El tejido energético local sigue creciendo en España: en 2024 se han creado 200 nuevas comunidades energéticas, lo que eleva el número total a 659, un aumento del 44% respecto al año anterior. Esta figura, clave en la transición hacia un modelo más participativo y sostenible, ya está presente en el 8,10% de los municipios españoles, duplicando el porcentaje registrado en 2023.
El crecimiento de estas iniciativas se concentra especialmente en Cataluña, la Comunidad Valenciana, el País Vasco y Navarra, según refleja el II Informe de Indicadores de Comunidades Energéticas elaborado por el Observatorio de Energía Común. Esta entidad es impulsada por Ecodes y Redeia, con el respaldo del Ministerio para la Transición Ecológica y el Reto Demográfico.
Un modelo energético más participativo y social
El informe, presentado esta semana en Madrid, analiza la evolución de estas comunidades desde un enfoque integral, que abarca indicadores energéticos, sociales y legales, tanto a escala nacional como autonómica.
Uno de los datos destacados es que el 18% de las comunidades energéticas activas ya cuentan con instalaciones de autoconsumo en funcionamiento, lo que confirma la apuesta por una generación local y sostenible de energía. Además, algunas de ellas han comenzado a explorar otras líneas de acción, como la movilidad eléctrica compartida y la rehabilitación energética de viviendas.
Desafíos sociales y avances en equidad
Más allá del aspecto energético, el informe pone el foco en el impacto social de estas comunidades. Un 20% de ellas ya trabaja activamente en la lucha contra la pobreza energética o tiene planes para hacerlo. Este enfoque comunitario también se traduce en esfuerzos por lograr una mayor inclusión social, igualdad de género y atención a colectivos vulnerables, aspectos clave en la agenda del Observatorio.
Un avance especialmente significativo en 2024 ha sido la mejora de la representación femenina: el 40% de las comunidades energéticas cuentan con al menos un 50% de mujeres en sus órganos de decisión, frente al 25% registrado el año anterior.
El reto: consolidar el autoconsumo colectivo
A pesar del crecimiento de estas iniciativas y de la alta participación ciudadana en su creación, el desarrollo del autoconsumo colectivo aún avanza a un ritmo más lento. El informe señala que es necesario reforzar los mecanismos de apoyo e incentivos para acelerar la implementación efectiva de estos proyectos energéticos compartidos.
En conjunto, el estudio evidencia una expansión notable de las comunidades energéticas en España, tanto en número como en diversidad de iniciativas, consolidándose como un instrumento clave para la transición ecológica con dimensión local, social y participativa.