Molins anima a los propietarios de viviendas y promotores inmobiliarios a aprovechar los últimos días del año para realizar obras de rehabilitación energética en edificios residenciales y beneficiarse así de deducciones fiscales de hasta 15.000 euros en la declaración del IRPF de 2025.
En concreto, esta deducción se aplica a reformas que logren una reducción mínima del 30% del consumo energético o que eleven la calificación energética de la vivienda a clase «A» o «B». Para beneficiarse, es necesario contar con el certificado de eficiencia energética una vez finalizadas las obras, requisito indispensable para formalizar la deducción ante la Agencia Tributaria antes del 1 de enero de 2026. Asimismo, pueden aprovecharla viviendas, plazas de garaje y trasteros de propiedad particular dentro de edificios de uso residencial predominante.
Entre las reformas más comunes está la optimización del aislamiento térmico, que, según el negocio Construction Solutions de Molins, tiene como finalidad reducir las fugas de calor, optimizar el uso de energía y mejorar el confort de los hogares.
Una necesidad que adquiere aún más relevancia al analizar la situación actual del parque edificatorio: según los últimos datos del INE, más del 80% de los edificios presenta una baja calidad energética; sin embargo, ocho de cada diez españoles cree que su vivienda no tiene problemas de aislamiento.
La percepción, por tanto, no siempre coincide con el estado real de los inmuebles. La realidad indica que un 19% de las edificaciones sí presenta deficiencias en paredes, suelos, techos e incluso cimientos, lo que las hace más vulnerables a humedades y al desgaste prematuro. De mantenerse esta situación, casi el 30% de los hogares alcanzará una vida útil de 70 años a partir de 2030, y un 11% superará los 80 años.
En este sentido, desde Molins destacan que cada reforma bien planificada no solo permite maximizar los beneficios fiscales, sino que también contribuye a viviendas más eficientes, duraderas y confortables.
