Un grupo de investigadores de la Universidad de Western (Canadá) ha desarrollado un sistema residencial completamente eléctrico que promete revolucionar la eficiencia energética en los hogares. El proyecto une tres tecnologías —paneles solares fotovoltaicos, una bomba de calor y una batería térmica— con el objetivo de eliminar por completo la dependencia de combustibles fósiles y alcanzar un consumo energético neto cero.
Los resultados preliminares son prometedores: la combinación de estos sistemas permite reducir las facturas de energía en un 45% y disminuir las emisiones de carbono domésticas en un 55%.
Un laboratorio en forma de hogar
El prototipo funciona en una vivienda de dos plantas ubicada en Komoka, Ontario, al oeste de London, que sirve como laboratorio para recopilar datos y evaluar el rendimiento real del sistema.
Esta casa experimental está equipada con sensores y cableado inteligente que permiten monitorizar en tiempo real el consumo energético, la eficiencia y los costes. Tanto los investigadores como el propio constructor —que vive en la vivienda— pueden acceder a la información mediante una aplicación móvil intuitiva.
Cómo funciona el sistema
Los paneles solares instalados en el tejado capturan la energía del sol, que se convierte en electricidad y alimenta una bomba de calor. Esta, a su vez, genera calor para calefacción y agua caliente. El exceso de energía se almacena en una batería térmica que utiliza materiales de cambio de fase, como sal o cera, permitiendo conservar el calor de forma eficiente.
Gracias a este sistema, el autoconsumo de energía solar —es decir, la energía usada directamente en la vivienda en lugar de enviarse a la red— aumenta en un 60%. Además, los investigadores lograron que la casa fuera cuatro veces más eficiente que una vivienda construida con métodos tradicionales.
Investigación comparativa
Para evaluar el impacto real de esta tecnología, el equipo también estudia una segunda casa cercana, con un diseño similar pero sin sistema fotovoltaico ni batería térmica. Esta comparación permitirá medir con precisión las diferencias entre una vivienda completamente electrificada y una casa canadiense convencional que depende de la red eléctrica y del gas natural.
Un proyecto escalable y adaptable
El equipo de investigación está liderado por Joshua Pearce, profesor de Ingeniería y de la Escuela de Negocios Ivey, junto a Shafquat Rana, candidato a doctorado. También participan Anthony Straatman, director del Departamento de Ingeniería Mecánica y de Materiales; Kamran Siddiqui, profesor de ingeniería; y Jaime Crncich, presidente de Magnus Homes.
Según los investigadores, el sistema está diseñado para ser seguro, escalable y adaptable, lo que permitiría implementarlo tanto en nuevas construcciones como en viviendas ya existentes con modificaciones mínimas.
