El pasado noviembre, el alcalde de Eibar, Jon Iraola, y el concejal de Obras y Medio Ambiente, Alberto Albístegui, presentaban el anteproyecto para transformar el antiguo ambulatorio de Torrekua en un centro social que dé servicio a las personas mayores de Amaña y Legarre. Se desempolvaba, así, una vieja aspiración de la que empezó a hablarse hace siete años, y que antes de despedir 2022 inicia el proceso para concretar sobre el papel los pormenores de las futuras obras.
El Consistorio acaba de sacar a licitación la redacción del proyecto de reforma interior y reorganización de los espacios, junto con la rehabilitación energética del edificio, que determinará el rumbo de los trabajos destinados a acondicionar un hogar de jubilados y jubiladas, así como otros usos de carácter social.
Según explicaron desde el Ayuntamiento, en una primera fase se procederá a mejorar la eficiencia energética de la envolvente térmica del inmueble, interviniendo tanto en la fachada como en la cubierta, e implantando nuevas instalaciones de climatización y calefacción de suelo radiante. A continuación, se acometerán las obras de remodelación del interior para habilitar en su planta baja (consta de otras dos alturas) el hogar del jubilado, y rehabilitar, al mismo tiempo, el núcleo de comunicación vertical. Además, el edificio dispondrá de aulas para la puesta en marcha de actividades formativas y otras estancias, y una zona reservada a la cafetería.
