Ese es el compromiso arrancado por la Comisión Europea al Gobierno, que está en consonancia con los requisitos solicitados por las ompañías eléctricas. De este modo, el Ejecutivo tendrá lista, antes del próximo 1 de octubre, una reforma del actual PVPC, Precio Voluntario para el Pequeño Consumidor, con el objetivo de introducir precios más estables y desvincular al recibo del mercado mayorista cuya intervención acaba de aprobar.
Se trata de una de las condiciones exigidas por Bruselas para aprobar el mecanismo que permite topar el precio máximo del gas y que éste no condicione el precio de la luz de la manera que lo ha venido haciendo en los últimos meses. De este modo, este ajuste supondría una medida de carácter extraordinario, precisamente mientras se adopta el nuevo diseño de la tarifa regulada y se le puede poner freno a la volatilidad derivada de su vinculación al mercado mayorista. De hecho, el Ministerio para la Transición Ecológica y el Reto Demográfico ya trabaja desde hace tiempo en esta reforma, aunque no acaba de culminarla ante las reticencias que se han hecho llegar desde los consumidores, y más concretamente desde algunas asociaciones que representan a éstos, como es el caso de Facua. Por su parte, las eléctricas están convencidas de que es el mayor problema que afecta al sector y que repercute en el ascenso vertiginoso de precios de los últimos meses. En medio de esa disputa el propio presidente de Iberdrola, Ignacio Sánchez Galán, tachó de “tontos” a aquellos usuarios que siguen acogidos a la tarifa regulada actualmente, aunque luego se vio obligado a retractarse.
Menor diferencia de precio entre horas
Lo previsto es que la reforma implique que la tarifa regulada pase a no estar sólo marcada por el precio mayorista del mercado diario, sino también por los precios de los mercados a plazo, en función de una cesta de productos de mercados anuales, trimestrales y mensuales. Con ello se podrá dotar de liquidez a estos mercados a plazo, a través de inducir a las comercializadoras a tener una mayor participación en ellos, contrariamente a lo habitual. Al final, se trata también de que la diferencia de precio entre horas no será tan acusada como lo es actualmente. Además, el objetivo del nuevo sistema es que combine esa mayor estabilidad con incentivos diversos para favorecer y ayudar a la eficiencia energética, el almacenamiento y la gestión de la demanda. La idea sería que la reforma estuviese lista y fuese aplicable para comienzos del año próximo.