Francisco Diéguez, director general del ITEC, y Josep R. Fontana, jefe del Departamento de Mercados del ITEC y autor del informe de España para el grupo Euroconstruct, presentaron en un webinar el pasado 22 de junio el estudio de verano 2021, con las previsiones de evolución de la construcción en Europa para el periodo 2021-23.
Ambos destacaron la buena noticia de que el sector se recuperará antes de lo esperado tras la dura caída experimentada durante 2020. «Existe un menor impacto del inicialmente previsto, lo que cambia el escenario sobre la previsión del último informe del mes de noviembre», destacó Francisco Diéguez.
Por su parte, la rehabilitación, que ya tiene una cuota de mercado del 41% en el conjunto de los países analizados por Euroconstruct, «debería beneficiarse de los Fondos Next Generation de la Unión Europea, pero su peso en el mercado, por encima del resto de segmentos, provoca que su crecimiento no sea tan alto. Hablamos de un mercado que mueve 700.000 millones de euros en toda Europa en un año normal», explicó Josep Fontana.
Optimismo general en la previsión para España, pero en rehabilitación debe redoblarse la apuesta
La previsión para el conjunto del sector construcción en España es ligeramente más optimista que la publicada en el informe Euroconstruct de invierno. La confianza en la recuperación ha crecido al constatar que el 2020 (-10,4%) ha resultado menos dramático que lo que se temía y, pese a que el arranque del 2021 ha estado plagado de incertidumbres, se prevé un segundo semestre plenamente operativo con el que conseguir un crecimiento del 5,5%. Este ritmo de avance se podría mantener un año más (6% previsto para el 2022) con lo cual se recuperarían los niveles de producción del 2019, tal como en el resto de Europa. En la proyección para el 2023 ya esperamos crecimientos menos extremos (3,5%).
«En el caso de España también existe un mejor ritmo de recuperación que en la previsión anterior de noviembre. Pero sí es verdad que, si Europa tardará dos años en recuperar el terreno perdido sobre 2019, España va a necesitar dos años para ello», destacó Francisco Diéguez.
Por su parte, Josep Fontana resaltó que «la rehabilitación parte de una demanda motivada y de una apuesta pública por la misma», pero hizo hincapié en que esa apuesta no es tan fuerte en España como en países como Francia o Italia, donde existen campañas institucionales en marcha para favorecer la rehabilitación edificatoria.
«Por otro lado, la rehabilitación energética parte con desventaja en España porque aún representa un nicho pequeño», apuntó Fontana, “aunque a su favor hay que decir que la cuota de mercado de la rehabilitación en España, en torno al 30%, es inferior al resto de países de su entorno. También las cifras de rehabilitación de viviendas/año en Europa es muy superior a las de España, con lo que existe un camino largo por recorrer”.
Para Francisco Diéguez, el problema en nuestro país al analizar la rehabilitación es que «no existe la conciencia del mantenimiento en las viviendas, incluso existen problemas a la hora de hacer las ITE’s y el usuario piensa que es suficiente privilegiar la decisión de compra sobre la del alquiler sin tener en cuenta que habría que contar con un 3% anual para el mantenimiento. Ni siquiera el IVA en rehabilitación de viviendas está bien planteado, hoy en día es caótico. Debería reducirse para aumentar el interés hacia la rehabilitación».
El mercado de la vivienda crecerá tanto por la parte de la edificación de nueva planta como por la de la rehabilitación. Sin embargo, se trata de crecimientos de una naturaleza diferente. Simplificando bastante, podría decirse que la nueva planta espera crecer por sus propios medios (se confía en que la demanda se recupere, sea demanda de uso o de inversión) mientras que la rehabilitación está más a expensas de los estímulos del Plan de Recuperación. Por la parte de la vivienda de nueva planta, el año 2020 acabó con -11,1% menos de producción y con una cartera de proyectos mermada, pero recuperable.
La oferta está lejos de saturarse, los precios aún no plantean un problema y se ha anunciado un repunte de la promoción pública. En estas condiciones, se espera que 2021 y 2022 sean aún años de ajuste, con crecimientos entre el 6 y el 7%, con los que se volvería a la producción prepandemia. Por tanto, 2023 será el primer año en el que la tasa de crecimiento por fin indique una auténtica expansión del mercado, situado a un nivel prudente (3%).